HUERTO ESCOLAR
El huerto
escolar en nuestro colegio es un espacio educativo y productivo donde
los alumnos pueden involucrarse en actividades agrícolas, como la siembra, cuidado
y cosecha de cultivos. Busca enseñar a los estudiantes sobre la naturaleza, la
sostenibilidad, la alimentación saludable y el trabajo en equipo. Además, el
huerto escolar permite a los niños experimentar de manera práctica muchos de
los conceptos que aprenden en el aula, como los ciclos de la vida, la ecología,
las ciencias naturales, la salud, entre otras.
Se organiza en diferentes tablones, que son trabajados por los
estudiantes con la orientación de los docentes y con la ayuda de personas
especializadas. Se realizan también
actividades de riego, observación y cuidado del crecimiento de los cultivos y
remover maleza. La actividad que más
emociona a los niños es la cosecha y, en algunos casos, la preparación de los
productos cuando ya están listos.
La experiencia de trabajar el huerto escolar es muy
enriquecedora. Los niños aprenden de
manera práctica y divertida el ciclo de la vida desde la semilla hasta la
cosecha, además de comprender conceptos como la fotosíntesis, trasplantes y el
clima. Tienen la oportunidad de estar
al aire libre, conectar con el medio ambiente y valorar el proceso natural de
producción de alimentos. Nos brinda no
solo conocimientos teóricos sino prácticos, comprenden el impacto que tienen
sus acciones sobre la naturaleza y la importancia de la sostenibilidad, además
tienen la oportunidad de consumir productos frescos y saludables que ellos
mismos han cultivado, lo que fomenta la alimentación equilibrada y saludable,
que los prepara para ser ciudadanos más conscientes y comprometidos con su
entorno.
Evelyn RodriguezTutora
El huerto escolar en nuestro colegio es un espacio educativo y productivo donde los alumnos pueden involucrarse en actividades agrícolas, como la siembra, cuidado y cosecha de cultivos. Busca enseñar a los estudiantes sobre la naturaleza, la sostenibilidad, la alimentación saludable y el trabajo en equipo. Además, el huerto escolar permite a los niños experimentar de manera práctica muchos de los conceptos que aprenden en el aula, como los ciclos de la vida, la ecología, las ciencias naturales, la salud, entre otras. Se organiza en diferentes tablones, que son trabajados por los estudiantes con la orientación de los docentes y con la ayuda de personas especializadas. Se realizan también actividades de riego, observación y cuidado del crecimiento de los cultivos y remover maleza. La actividad que más emociona a los niños es la cosecha y, en algunos casos, la preparación de los productos cuando ya están listos.
La experiencia de trabajar el huerto escolar es muy enriquecedora. Los niños aprenden de manera práctica y divertida el ciclo de la vida desde la semilla hasta la cosecha, además de comprender conceptos como la fotosíntesis, trasplantes y el clima. Tienen la oportunidad de estar al aire libre, conectar con el medio ambiente y valorar el proceso natural de producción de alimentos. Nos brinda no solo conocimientos teóricos sino prácticos, comprenden el impacto que tienen sus acciones sobre la naturaleza y la importancia de la sostenibilidad, además tienen la oportunidad de consumir productos frescos y saludables que ellos mismos han cultivado, lo que fomenta la alimentación equilibrada y saludable, que los prepara para ser ciudadanos más conscientes y comprometidos con su entorno.