De todas las formas en que podemos errar al transmitirles a nuestros hijos nuestras ideas, quizás la que tiene más posibilidades de lastimarlos, es el no ser capaces de comunicarles adecuadamente el amor que sentimos por ellos.
Cada niño tiene un lenguaje de amor primario o modo de comunicarse, un modo en que él o ella entienden mejor el amor de los padres. Los niños necesitan saber que son amados para desarrollarse como adultos responsables. Uno puede amar a su hijo profundamente, pero a menos que él o ella lo sienta, y que le hablemos el lenguaje que le comunica ese amor, no se sentirá amado(a).
Llenando el tanque de los sentimientos
La mayoría de los padres aman a sus hijos, pero pocos saben demostrar de forma adecuada ese sentimiento. Sólo cuando aprenden a amar incondicionalmente pueden hacerles saber a sus hijos lo mucho que los aman.
Para que un niño sienta el amor, tenemos que aprender su propio lenguaje de amor. Básicamente hay cinco maneras en que los niños (en realidad, todo el mundo) hablan y comprenden el sentimiento del amor: